En vez de recolectar conchas, recolectemos basura.

Escrito por Viviana Araya Gamboa, artista costarricense de Pez Cocinado

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AMO el inmenso mar, pero principalmente esos pequeños detalles que lo habitan, ¿¿por qué?? No lo sé, nada más entiendo que estar ahí me hace demasiado feliz. Usualmente criticamos a los barcos camaroneros, a los pescadores, pero desde casa, desde donde estemos, podemos también generar un gran impacto sobre toooda esa vida, ¿¿¡¡qué tan responsables somos de nuestra basura!!?? La cual con la ayuda de la lluvia, el viento y algunos por irresponsables, somos participes de apagar parte de los colores y detalles que viven en todo ese azul. Sigue leyendo

Zompopas y peces

Escrito por Marco Quesada, Director de Conservación Internacional Costa Rica

Siempre me ha sorprendido la inmensa capacidad que tenemos para adaptarnos y acostumbrarnos a lo que nos rodea. Recuerdo que cuando era niño, ver hormigas en mi vecindario era lo más normal. Entre las varias especies de hormigas que habitaban mi vecindario, estaban las zompopas. Me acostumbré a verlas caminar en largas filas, cargando enormes pedazos de hoja y ver las plantas desaparecer de un día para otro. Muchos años después, trabajando como guía de turismo, me sorprendió un día ver a un grupo de turistas detenerse por 10 minutos a para ver una línea de zompopas que atravesaba el bosque y que yo mismo ignoré porque olvidé que lo normal para mí puede ser en realidad, algo especial.

Es algo que he continuado viendo a través de mi vida. Dejamos de notar cosas y comportamientos, buenos y malos, que nos rodean. Estamos acostumbrados a la belleza de nuestras montañas y de nuestras playas, por ejemplo. A bañarnos en un mar limpio y a comer mariscos de vez en cuando. Sigue leyendo

Verano en Guanacaste

Escrito por Mónika Naranjo González, productora audiovisual

Sobre Costa Rica y el medio ambiente, Costa Rica y sus océanos, Costa Rica y su manejo de los recursos marinos y costeros hay muchísimo que decir.

Pero parece imposible comenzar sin aclarar ciertos conceptos: estar contra la pesca ilegal no es estar contra los pescadores. Estar a favor de la conservación del ambiente no es estar en contra de la explotación de los recursos. Denunciar y censurar acciones de nuestras instituciones no es estar en contra del gobierno.

Sí, es necesario recalcar supuestos que deberían ser obvios porque nuestros recursos marinos y costeros están atrapados en un fuego cruzado que surge de la mala imagen del movimiento conservacionista, la herencia de instituciones gubernamentales ineficaces por decir lo mínimo, la falta de herramientas en manos de los ciudadanos, el agobio del público en general ante el continuo bombardeo con malas noticias.

No es fácil iniciar una conversación sobre conservación marina en nuestro país. Sigue leyendo

Siete deseos para el 2016

Escrito por Marco Quesada, director de Conservación Internacional Costa Rica
Este podría ser un año difícil para la conservación marina

Este podría ser un año difícil para la conservación marina

Empezamos otra vuelta al sol y con ella siempre ajustamos metas, rumbos y expectativas. Podría ser un año difícil para la conservación marina ya que fenómeno El Niño ha continuado intensificándose y sus efectos sobre los ecosistemas y recursos marinos también podrían aumentar. Por otro lado, el año pinta bien pues en pocos meses se completará la instalación de un radar en Isla del Coco que vendrá a fortalecer la capacidad de las autoridades nacionales en temas de control y vigilancia de esta área protegida. Como todos, para este 2016 tenemos una lista de deseos, temas, que nos gustaría ver avanzar. Los compartimos: Sigue leyendo

Pulau Mantanani: paraíso plástico

Escrito por Xurxo Fernández, periodista en La Voz de Galicia
Parecía un paraíso...

Parecía un paraíso…

Muy temprano, antes de que lleguen las lanchas llenas de turistas, un chico descalzo y descamisado empuja la carretilla por la arena. Se detiene y comienza a recoger con el rastrillo la basura que quedó acumulada del día anterior, subiendo en zigzag hacia el comedor al aire libre. Cumple con esmero la rutinaria tarea de limpiar de desperdicios todo el acceso al hotel, de unos diez metros de ancho. El tramo es corto, así que enseguida da por concluida la faena y abandona por un costado los límites del sendero imaginario. Se aleja unos cuantos pasos y dirige su carretillo hacia el mar.

Cuando la primera rueda toca el agua, cristalina, el chico vuelca sin disimulo todo el contenido. Las botellas, los envoltorios, los restos de comida, hasta una sandalia rota, permanecen juntos unos instantes antes de separarse en función de su flotabilidad. La mayoría del plástico vuelve a la orilla, pero ya lejos de la vista del visitante. Al menos, de las decenas de aficionados al buceo que apenas pasarán medio día en la isla, con el tiempo justo para almorzar entre las inmersiones programadas, antes de volver a sus casas. Sigue leyendo